A finales de Enero, mi compañero de fatigas foteras, Javi y yo nos hicimos una escapada al Nacedero del Urederra, a intentar hacer unas fotos del río, tratando de conseguir efectos de seda en el agua. La verdad es que Javi iba preparado, tenia filtros ND, yo iba con mi juguete a pelo, así que el día anterior recé por que el día saldría un poco oscuro y cerré el diafragma a tope. La verdad es que no se si sirvió el rezar o no, pero el resultado fue fantástico. La primera, nada más llegar, en la primera corriente que nos encontramos ya prometía. La verdad es que mira que he vivido cerca, pero aunque no os lo creáis nunca había estado allí. ¡¡¡Que maravilla!!! Que sitio tan bonito para sacar fotos y para desconectar del mundo.
Sacamos unas cuantas fotos que la verdad es que para ser la primera vez que lo intentábamos, a mi parecer, salieron preciosas.
A la gente que le enseñaba esta foto se quedaba impresionada cuando veía el tamaño real de esta última cascada, la verdad es que sorprende que en una foto se vea tan impresionante algo que realmente es tan pequeño.
Sin duda para repetir.
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